Uno de los ecosistemas más dinámicos de la Tierra
Los bosques de Kelp también llamados bosques de laminariales o bosques de macroalgas, son ecosistemas costeros formados principalmente por algas pardas del orden de las Laminariales (Macrocystis pyrifera), por consecuente y en menor cantidad hay especies de algas rojas y verdes que conforman el sotobosque (vegetación que se desarrolla a los pies de los árboles, en este caso de las algas pardas).
En 1835, mientras Charles Darwin se encontraba en las Islas Galápagos se dio cuenta que estos ecosistemas eran esenciales e incluso más importantes que los bosques en Tierra.

El tamaño de estas algas pardas puede ir desde los pocos metros hasta alcanzar más de 50 metros de largo, el tamaño está determinado por la columna de agua, ya que al llegar a la superficie estas se acumulan y forman enormes islas flotantes de algas marinas. Además, son incluso capaces de crecer de 30 hasta 60 centímetros al día
Estos organismos son capaces de flotar gracias a unas gruesas vesículas de forma ovoide las cuales contienen gas y permiten a las algas mantenerse siempre erguidas en la columna del agua.
Los bosques de Kelp se pueden encontrar desde profundidades de pocas decenas de metros normalmente, aunque determinadas especies de algas pardas pueden crecer incluso en lugares de hasta 200 metros de profundidad.

El sustrato donde se fijan estas algas necesita ser por lo general rocoso, y la temperatura ideal del agua debe de estar en los 20°C delimitando a los bosques a lugares de clima subtropical y templado, restringiendo su ubicación a unas pocas partes en el planeta. En México podemos encontrarlos principalmente en las costas del Golfo de México, Mar Caribe y la Península de Baja California
Si hablamos de productividad primaria, los bosques de Kelp se encuentran entre los ecosistemas más productivos, comparándolos con los arrecifes coralinos, los humedales y las selvas tropicales. Y gracias a ello, se convierten en una parte esencial de la cadena alimentaria, siendo principalmente consumidos por algunas especies de invertebrados y peces. Además, sirven de guardería y refugio contra depredadores y condiciones meteorológicas adversas.
Por otra parte, son considerados barreras naturales contra la fuerza de las olas y las mareas que erosionan la costa, además de servir para la fijación del carbono atmosférico, por lo que se convierten en importantes ecosistemas que ayudan en la regulación del clima global

Las amenazas que pueden perjudicar estos ecosistemas acuáticos principalmente son las tormentas, las cuales han aumentado en frecuencia y violencia en los últimos años. Por otro lado, la proliferación de especies herbívoras (erizos de mar) que se alimentan de estas algas. Indirectamente estos problemas que afectan a los bosques de Kelp son generados por el ser humano, por lo que se convierte en un problema global
En un estudio realizado el año pasado se encontró que los bosques de kelp también son los que determinan la función estructural del lugar donde se establecen, determinando las especies que se asentaran en dicha área
Referencias
Ríos C y Mutshke E. 2009. Aporte al conocimiento de Macrocystis pyrifera: Revisión bibliográfica sobre los “Huirales” distribuidos en la región de Magallanes. Anales Instituto Patagonia. 37 (1) 97-102.
Robert J. Miller et al. Giant kelp. Macrocystis pyrifera, increases faunal diversity through physical engineering. Proceedings of the Royal Society. Biological Sciences (2018).





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